Las Manos Locas fue uno de las «armas» más utilizadas en las guerras de clase durante los años 80. La Mano Loca debe ser uno de los juguetes más sencillos que se han construido, y de los más baratos. Una mano pegajosa con capacidad elástica. No servía para mucho y solía acabar pegada en el techo del aula (lo he visto con mis propios ojos).
Se podía comprar en casi cualquier sitio, pero su puesto de venda principal era las tiendas de golosinas. Recuerdo que las regalaban al comprar algunas chuches y eso hacía que ese producto aumentase las ventas exponencialmente durante lo que durara la promoción.
Había gente que las coleccionaba por sus colorines, la verdad es que cuando estaban envueltas en esa bolsa de plástico transparente eran bonitas y hasta podías entender que las quisieran coleccionar. Pero yo no era de esos, para mí una mano loca sin usar era una mano loca inservible.
Recuerdo que teníamos varios juegos, uno de ellos era poner varios cartones o papeles con puntuación en el suelo y desde cierta distancia intentar pegarlos con la mano y traerlos. Ganaba el que más puntos conseguía. Aunque normalmente las usábamos en medio de clase para mover las páginas a nuestros compañeros y tirarle las cosas al suelo si lograbas pegar un lápiz o un bolígrafo.
Lo peor de las Manos Locas era su vida media, realmente a los tres o cuatro días de uso empezaban a cambiar de color y ponerse negruzcas y perdían su capacidad de adherencia. Había que cuidarlas un poco y lavarlas cada dos días más o menos, pero eramos niños y pocos hacían eso así que a los pocos días ya casi ni pegaban y encima ensuciaban todo lo que tocasen. Menudas broncas nos tendremos llevado por usarlas contra alguna pared blanca solamente para probar que pegaban todavía.
Como todas las modas las Manos Locas acabaron por ir desapareciendo, creo que aún se venden pero hace tiempo que ya no las veo. Fue un gran divertimento y seguramente uno de los juguetes que casi todo niño de nuestra época tuvo en sus manos.
3 comentario
Edder
Con qué material se hacen?
Krysti
A mi de peque me encantaba ese juguete, sobre todo las guerras que hacíamos en clase, aunque de aquella éramos medio salvajes y en lugar de utilizarlas contra los objetos de nuestros compañeros nos dedicábamos a dar a nuestros compañeros, sobre todo a aquellos que mas asco les daban tocar las Manos Locas. La mía era de color verde, y bastante duradera, recuerdo que la lavaba cada poco para que volviera a pegar, hasta que un día la mano acabo en el techo de casa y el rabito que la sujetaba en mi mano. Luego me hice con otra para seguir torturando a mis compañeros. je,je,je.